INESPERADO
AGUINALDO
Germán Palomo García
El escaso crecimiento de la economía colombiana en el tercer trimestre del
presente año, 2,1% y una reducción de 0,7% frente al trimestre anterior, lo
cual confirma una tendencia decreciente del aparato productivo en dos periodos
seguidos, se convirtieron en este fin de año en un inesperado aguinaldo pues
tomó a todos por sorpresa ya que no estaba en las cuentas de nadie. Buscando explicaciones
a este resultado preocupante, los analistas le apuntan al mal desempeño de las
llamadas locomotoras de la prosperidad. En efecto, la construcción se contrajo 10.5%
en el tercer trimestre cuando en el segundo había crecido 16.2%. Igual le pasó
a la infraestructura que venía creciendo 20.9% y en el periodo julio-septiembre
cayó -14,8. La minería, la vedette de las locomotoras, aunque se mantuvo en
positivo su comportamiento pasó del 8,5% en el segundo trimestre del 2012 a
apenas 0,5% en el tercer trimestre. La otra locomotora, quien lo creyera, la
del sector agropecuario, es la única que se comportó positivamente al crecer de
2,1% al 4.0% en los mismos trimestres analizados. Este resultado a pesar de
renglones como el aceite de palma y el azucarero cayeron 10% y 7,1%
respectivamente. Los otros sectores no priorizados pero igualmente importantes
también cayeron pero mucho menos, especialmente el sector financiero y el
comercio. El único que aumentó fue el sector de “servicios sociales comunales y
personales” que pasó de 3.9% a 5.3%. Ocurre, sin embargo que en este renglón se
registran las cifras del sector público que por lo general no constituyen un
aporte productivo.
El gobierno reconoce la sorpresa y acepta que el comportamiento es negativo
pero lo contrarresta con el argumento de que en todo este año, hasta septiembre
la economía creció 3.9% y recientes declaraciones del Minhacienda confirman que
Colombia crecerá entre el 4% y 4.5% y que no puede verse como un
“descarrilamiento” de las locomotoras sino un pequeño bache que se superará
porque la infraestructura, la construcción (por las 100.000 viviendas) se van a
recuperar en el primer semestre del año nuevo; pero la minería sí está más
expuesta a la crisis internacional. Ojalá que este panorama se de porque no es
posible que en el seguimiento de la economía se “cuelen” cifras inesperadas
como las que nos acaban de sorprender.
¡Felicidades!