martes, 25 de septiembre de 2012

LAS CIFRAS DE LA PAZ Germán Palomo García


LAS CIFRAS DE LA PAZ
Germán Palomo García

Es indudable que un periodo de paz como el que ha sido esquivo para nuestro país, traería condiciones económicas y sociales muy favorables. Así lo demostró EL TIEMPO del Domingo pasado al mostrar una cantidad de cifras benéficas para la sociedad, algunas de ellas aplicadas a la generalidad de los países en guerra lo cual le quita validez a la realidad colombiana. Según Paul Collier, profesor de Oxford, los países en guerra pierden 2,2 puntos de crecimiento. Mejor decir, con base en las cifras del informe fuente, que los 3,6 por ciento del PIB que el Estado dedica a la guerra podrían desviarse a otros frentes particularmente a la infraestructura, un factor que nos relega en los rankings de competitividad mundial. Desde las empresas, la reducción de los gastos en seguridad (que la mayoría dedica entre el 1% y el 5% de las utilidades), las inversiones obligatorias después de atentados y bombazos podrían reorientarse a otras actividades generando mayor rentabilidad y mejora valoración en los mercados bursátiles y hasta reducir los precios de los productos en el mercado. Todo esto suena bien pero, sin pretender “aguar la fiesta” en estas cuentas de la lechera no siempre ocurre lo deseado. Basta recordar la decisión tomada por la administración de Uribe Vélez al unificar los ministerios de justicia y gobierno, trabajo y salud y otras dependencias como ambiente y vivienda. Esta disminución burocrática provocaría un ahorro de 42.000 millones de pesos/año que nunca se produjo en realidad por cuanto tales recursos se trasladaron al ministerio de la defensa para financiar la guerra con los alzados en armas. Justificada o no esta destinación, me interesa demostrar que no se pueden garantizar estas cifras. Para el caso analizado por El Tiempo, aún no se sabe cuál será el arreglo que finalmente nos lleve a la paz pero sí se advierte que los desmovilizados generarán costos enormes aún no cuantificados aunque con seguridad, serán por cuenta de nosotros los contribuyentes. Tampoco se garantiza que el acuerdo con las FARC nos lleve a una paz total pues los otros grupos como ELN seguirán en contienda al igual que las BACRIM que son una distorsión de las desmovilizaciones paramilitares. Al final de cuentas, las cifras suenan bien pero lograrlas y sustentarlas aún no es posible. Falta mucho para ello.

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