DÓLAR: ¿ALCANZANDO EL TECHO?
Germán
Palomo García
Hay
mucha inquietud de nuestros empresarios sobre el comportamiento del dólar que
resulta definitivo para cerrar negociaciones de exportación o importación en el
corto plazo. Percibo que la escalada alcista de la divisa norteamericana ya no
ocurrirá con la fuerza de los últimos días lo cual, desafortunadamente, no
significa que el dólar vuelve a bajar. Pienso que se va a ubicar alrededor de
los $3.000 pesos por lo menos hasta el fin de año. Dos son las razones que me
mueven a este vaticinio: Una, la FED, el Banco Central de los EEUU, decidió
hace una semana no aumentar las tasas de interés que todo el mundo esperaba y
que habría provocado una estampida inversionista hacia los bonos del tesoro
norteamericano aumentando la demanda de dólares y, por supuesto, su precio. De
manera que esta presión ya no existirá y, seguramente, se intentará revivirla a
comienzos de 2016. Un efecto de esta medida, cuando se anunció hace ocho días,
fue la caída de los mercados accionarios en varias bolsas en el mundo que
esperaban ese empuje para el mercado de capitales. Como no se produjo, “todos
quietos en primera” como se dice en el béisbol. Ese día, en Colombia, el dólar
también cayó.
La
segunda señal es que, por fin, se autorizó la venta de ISAGEN en una operación
que garantiza la entrada de, un poco menos de dos mil millones de dólares
teniendo en cuenta que los tres proponentes son inversionistas extranjeros y
traerán esa divisa para poder comprar la participación del Estado cifrada en
5.8 billones de pesos. A mayor oferta de dólares, que el gobierno no podrá
dejarlo fuera del país porque se requiere para financiar el programa 4G, el
precio bajará, sin duda.
Finalmente,
el precio de la moneda del norte no bajará porque aún persisten los problemas
que provocaron la devaluación por cuenta del frente interno. Los precios del
petróleo siguen bajos al igual que del carbón y el níquel, “commodities”
líderes de nuestras exportaciones mientras los otros renglones no minero
energéticos no pueden sustituir los menores ingresos. Las proyecciones sobre la
cuenta corriente es que seguirá en déficit incluso durante 2016 pues el déficit
es de siete puntos del PIB, un problema bien serio cuando las economías líderes
también tienen sus propios problemas.
Hoy
se hace mucho más exigente que el país promueva el incremento de las
exportaciones no minero energéticas pero con valor agregado, un factor
estratégico para nuestra economía.