martes, 28 de agosto de 2012

CUESTIÓN DE ETICA Germán Palomo García


CUESTIÓN DE ETICA
Germán Palomo García

Interesante el caso ventilado el pasado fin de semana en la prensa y la radio nacional presentado con los “nevecones” rebajados en el Éxito que fueron aprovechados por varios empleados del Banco de Colombia en Medellín que sirvió para que el presidente de dicho Banco, además de la tristeza que le produjo esa actitud de sus colaboradores y transmitida al presidente del grupo Éxito, recordara a sus empleados que de esa manera le estaban rindiendo el “culto al avispado”. El caso se suscitó por un error en la marcación de los precios de promoción que provocó una avalancha de “avispados” para comprarlos ante semejante rebajona: ¡De cuatro millones a Cuatrocientos mil! Craso error. Sin embargo, hay mucho que aclarar: Primero: No se sabía que había un error en el precio y si un almacén como el Éxito decide sacar una promoción estas se distinguen por sus bajos precios. Si no, no lo serían. ¿Sabían los empleados del Bancolombia que el precio no era ese? A simple vista, diría el comprador, el precio de promoción es muy inferior al precio corriente; pero, si lo ofrece el Éxito, ¿se dudaría? ¿Alguien reclamaría un supuesto error? Difícil creerlo. Segundo: Tanto el Bancolombia como El Éxito son del mismo grupo empresarial. ¿Que habría pasado si no lo fueran?
Soy de los que piensan que “El culto al Avispado” o la “malicia Indígena” le han hecho mucho daño al país. Lo mismo diría del “ideal del dinero fácil” que ha facilitado la entrada en sociedad de actividades Non Santas y han creado estereotipos que muchos admiran y desean emular. Pero, en este caso, el  alto ejecutivo del Banco se equivocó al utilizar lo ocurrido en el Éxito como un recurso para descalificar una actitud estimulada por una promoción tan legítima como la oportunidad de todos los que pensaron hacerse a un electrodoméstico super barato. En esto no hay nada ilegal. La ética es un principio que todos debemos practicar sin excepción y nadie podría estar en desacuerdo con ella. De hecho, los colombianos tenemos que hacer un gran esfuerzo para ser cada día más éticos y transparentes, algo en que, lamentablemente, no nos distinguimos, en términos generales y sin personificar. Pero, cuidado con los ejemplos que fácilmente se confunden con otros cuestionamientos; y, además, lleva a preguntarse por la ética empresarial.

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