VIENDO AL HUILA DESDE EL SUR
Germán
Palomo García
Regreso
a mi tierra y al leer los periódicos de mis días de ausencia me entero de las protestas
promovida por Asoquimbo no solo contra el proyecto El Quimbo sino también
contra los intentos de contar con Pequeñas Centrales Hidroeléctricas, PCH, como
se ha hecho en el pasado (¿Electrohuila se llamó Centrales Eléctricas del
Huila, recuerdan?), y el informe de Hidrochina sobre las posibilidades de aprovechamiento
de las aguas del Río Magdalena para nuevos proyectos hidroeléctricos. Como
siempre ocurre en nuestro suelo, primero nos oponemos y luego nos quejamos en
lugar de asumir una actitud proactiva lo cual no implica NO exigir el
cumplimiento de los estándares ambientales, fronteras naturales de toda acción productiva.
En la distante zona rural de Uruguay, operan dos plantas de generación de
energía eléctrica utilizando, en diferentes niveles, cascarilla de arroz, un
residuo agroindustrial que aquí tenemos desde hace mucho tiempo pero que nunca
hemos usado para estos menesteres. La ERT, Energía Renovable Tacuarembó, en una
pequeña ciudad de 40.000 habitantes, utiliza 20% de cascarilla de arroz y 80%
de biomasa forestal (que también tenemos
en Caquetá). GALOFER, en la población de Treinta y Tres, utiliza 100%
cascarilla de arroz para generar 14 MW de energía, una producción igual a la anterior.
GALOFER fue creada por ocho molinos de arroz. La incursión uruguaya en esta
energía alternativa es de apenas 12 años y aprendieron de los brasileños y
tailandeses y siguen aprendiendo porque la cascarilla de arroz exige un manejo
complejo pero, afortunadamente, conocido. El uso de biomasas es una modalidad
vieja que aquí, mi primer cuestionamiento, nunca se consideró a pesar de
nuestra tradición arrocera. Uruguay está promoviendo también la energía eólica
pero no la solar por sus altos costos, según los gerentes entrevistados.
Ahora, con la nueva
Ley 1715 de 2014, hay que impulsar energías alternativas utilizando estos
desperdicios que se apilan en los molinos y refrescar, con nueva tecnología y
dentro de la sostenibilidad ambiental, lo que ya hicimos en el pasado con las
pequeñas centrales de energía que no han acabado con los ríos cuando otras
actividades sí han representado más amenazas ambientales sin que se haya
protestado. Bienvenida la crítica pero constructiva y desapasionada y alejada
de intereses particulares de distinta naturaleza. En el tercer simposio
internacional de Agroindustria en noviembre próximo mostraremos la experiencia
uruguaya directamente por uno de los gerentes visitados.