EL
ESPÍRITU DE LA REFORMA
Germán Palomo García
Se empezó a tramitar en
el Congreso la reforma tributaria que propone el gobierno y que, como ya es
costumbre, genera controversia de inmediato. Pienso que plantear críticas
definitivas no es prudente pues se sabe que en el parlamento colombiano los
Honorables Parlamentarios siempre meten mano en cuanto proyecto se somete a su
aprobación. Por eso creo que solo podemos mencionar el espíritu de la reforma,
tal como titulé este comentario. Lo que pretende el gobierno con su proyecto
tributario son básicamente tres cosas: Uno, ampliar la base tributaria con el
argumento de que apenas 10% de los 46 millones de habitantes tributa por renta
(4,6 millones de personas pero 3,5 millones más sufren retención en la fuente
que equivale a un tributo anticipado); dos, reducir los parafiscales sin
perjuicio de las entidades beneficiarias (SENA y Cajas de Compensación) para
disminuir la informalidad laboral y estimular el empleo bien remunerado y tres,
establecer una especie de “renta presuntiva” como se ha utilizado en muchas
ocasiones pero que en el proyecto se denomina “impuesto mínimo alternativo” o
Imán (que atrae el impuesto a ese mínimo). Para lo primero, se reduce la base
gravable a 2.4 millones de pesos previa reducción de los aportes a la seguridad
social y otras deducciones hoy vigentes. A partir de este valor el impuesto se
vuelve progresivo hasta alcanzar 15% aplicable a un sueldo de 24 millones de
pesos mensuales. Sin embargo, la ampliación de la base gravable no es clara y
más bien parece que el proyecto aumenta los impuestos a los que los pagan. Esto
se refleja en la reducción de las deducciones por créditos de vivienda y gastos
educativos, por ejemplo. La reducción de los parafiscales en teoría debe
estimular el empleo formal pues la carga adicional es muy fuerte y lleva
inmediatamente a la contratación informal. No obstante, otros intentos
similares han fracasado, especialmente durante el gobierno de Álvaro Uribe con
la reducción de las horas extras. Finalmente, el ya famoso “Imán” actúa
regresivamente pues si un trabajador aplica todas sus deducciones y queda por
debajo del impuesto mínimo alternativo debe pagar, de todas formas, este mínimo
haciendo nugatorias las deducciones. Total, al final los que pagamos vamos a
pagar más como siempre ha ocurrido. Esperaremos al trámite en el congreso para
ver como queda por lo que volveremos oportunamente sobre el tema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario