EL
DILEMA DE LOS TRES CEROS MENOS
Germán Palomo G.
Se insiste otra vez en el proyecto
de Ley para suprimir tres ceros en los billetes de nuestra unidad monetaria con
el fin de facilitar el manejo contable y reducir el abultado número de cifras
en su manejo. Hay que decir que el proyecto que se presentaría en esta ocasión sería
el cuarto intento y que, por tener el apoyo del gobierno, tal como este lo ha
expresado, se cree que ahora sí pasará naciendo El nuevo Peso. Desde el punto
de vista económico es claro que no existe ningún efecto sobre los precios pues
ni suben ni bajan por eliminar tres ceros de los billetes. El nuevo peso
tendría el mismo poder adquisitivo que los mil pesos viejos. La dificultad
estaría en el cambio cultural que implica acostumbrarse a las nuevas
denominaciones lo cual podría ser aprovechado por los estafadores y “pescadores
en río revuelto” para timar a los incautos. Otro riesgo provendría del aumento
artificial de los precios con el argumento de menores valores que los
anteriores billetes lo cual resultaría fácil de demostrar porque los tres ceros
a la derecha valen más, lo que, como dije, no tiene ninguna validez por la
equivalencia en el poder de compra.
El mayor efecto estaría en las
inversiones que hay que realizar no solo por el Banco de la República sino por
las empresas que tendrían que cambiar sus sistemas contables; la banca tendría que
modificar sus operaciones financieras en los cajeros y demás equipos
tecnológicos además de lo contable y el comercio para cambiar la manera de
preciar sus mercancías. Podría decirse que habría más inversión pero el costo
no lo justifica por cuanto no es una decisión importante pues no se logra gran
cosa. Antes de que el Euro sustituyera a
la Lira Italiana esta moneda manejaba cifras astronómicas y sin embargo nunca
cambió su unidad monetaria ni dejó de ser considerado un país desarrollado. No
encuentro, en verdad, ninguna justificación y la primera acción, de ser
aprobado el proyecto, debe ser un proceso de capacitación muy fuerte para
evitar que haya “tumbados”.
Octubre 3/12
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