jueves, 27 de noviembre de 2014

AMBIENTE ENRARECIDO Germán Palomo García

AMBIENTE ENRARECIDO
Germán Palomo García
El inesperado secuestro del General Rubén Darío Alzate, un cabo y una abogada pocos días después del de dos militares por las FARC, no solo ha producido la suspensión de las conversaciones de paz en La Habana sino que ha enrarecido el ambiente en el país con efectos lamentables para las regiones que, aunque hayan sido señaladas como promotoras de la competitividad por funcionarios y miembros de las CRECI´s en reunión nacional en Neiva la semana pasada serán las primeras víctimas de tal enrarecimiento. Se suponía que el proceso de búsqueda de la paz en Cuba avanzaba a buen ritmo a pesar de haberse cumplido ya dos años de estar sentados a la mesa en un proceso previsto para resolver en no más de un año, según las estimaciones del propio Presidente Santos. Hoy, el pesimismo es mayor por cuanto el “papayazo” del General a las FARC los ha llevado a mostrar sus verdaderas condiciones para seguir en las conversaciones: Que se produzca un cese bilateral del fuego con la consabida definición de una zona de despeje como en la época de Pastrana. Para reiterarlo, se metieron al Parque Isla de Gorgona y asesinaron a un oficial de la policía y dejaron heridos a otros militares pero, fundamentalmente, hirieron de muerte al ecoturismo. De hecho, Gorgona fue cerrado inmediatamente para los turistas y los que allí había ya declararon que nunca más regresarán al país lo cual seguramente pregonarán en sus países en una publicidad voz a voz más efectiva, lamentablemente, que la promoción en los medios que pueda hacer el propio ministerio de Comercio, Industria y Turismo. Como siempre, el Huila también es territorio para exhibir las exigencias de los insurgentes. Ya van 15 buses de la empresa más representativa del sector transportador, Coomotor, quemados por, según los medios locales, las FARC por, supuestamente, no pagar las exigencias extorsivas del grupo guerrillero. Mala noticia, definitivamente, para los huilenses. Si el gobierno cede a las peticiones de la contraparte, ya sabremos lo que vendrá: La repetición de los más altos indicadores de violencia en sus diferentes manifestaciones. Si se rompen definitivamente las conversaciones, será lo mismo. Puede verse como un panorama pesimista pero yo lo llamaría muy realista. Como dicen los médicos: Si se es consciente de la realidad, la mejora vendrá más rápido. Si la ignoramos, lo que vendrá será peor.   

COMPETITIVIDAD Y REGALÍAS Germán Palomo García

COMPETITIVIDAD Y REGALÍAS
Germán Palomo García
Hoy, que tanta preocupación mostramos por la posición del departamento en los rankings de competitividad cabe recordar que las regalías petroleras deben orientarse, según el SGR, fundamentalmente a generar una nueva base productiva (y nueva fuente de recursos fiscales, como consecuencia) por la sencilla razón de que aquellas provienen de recursos NO RENOVABLES. Analizando el enunciado del SGR, la reforma a las regalías del 2011, sustentada en el reparto de la mermelada para todos y no para unos cuantos (entes territoriales petroleros), que consigna puntualmente este objetivo y ahora el contenido del proyecto de reforma a las regalías, es decir, al SGR que apenas tiene dos años de operación, encuentro que para su aplicación nada de esto se tiene en cuenta y, por el contrario, la mermelada se ha vuelto una amalgama de muchos proyectos destinados a satisfacer  necesidades básicas alejadas de las tareas para construir una nueva base productiva. Así, se ha revivido la restricción del anterior régimen que obligaba a la inversión de, mínimo, el 60% de ellas a las llamadas coberturas básicas, sin ningún análisis de impacto (por ejemplo, mejorar los servicios básicos para promover la piscicultura). Hoy se tiene el 90% para esto (descontado el 10% de las regalías para el fondo de Ciencia y Tecnología que, a juzgar por la naturaleza de algunos proyectos aprobados por Colciencias no le apuntan a CyT). Como la mermelada debe alcanzar para todos, es mayor la irrigación de recursos para muchos rubros de inversión por lo que no se vislumbra un efecto positivo de las regalías en el propósito clave para mejorar los niveles de desempeño del aparato productivo ofreciendo una mejor infraestructura o contribuyendo al logro de la sostenibilidad ambiental, para citar algunas necesidades en competitividad.

Además de la preocupación por la clasificación del Huila en los registros de competitividad, hay que agregar que el mercado petrolero mundial está cambiando enormemente. La baja en picada de los precios así lo indica y, para el caso colombiano, que incluye al Huila, por supuesto, ya se está acercando al límite de precios aceptable. Entonces, cuando se cumpla la destorcida, qué argumentos vamos a exhibir para explicar que, sin regalías, ya no tenemos las mismas posibilidades del desarrollo. ¿No es mejor aplicar la máxima de “si están cortando la barba del vecino, pon la tuya en remojo? 

LA SATISFACCIÓN EN EL TRABAJO Germán Palomo García

LA SATISFACCIÓN EN EL TRABAJO
Germán Palomo García
Ahora que la competitividad está en el primer renglón de la agenda de gobernantes y empresarios en nuestro entorno por la preocupación que generó el informe del Consejo Privado de Competitividad que no fue afortunado para el departamento, resulta oportuno traer un factor clave para mejorar productividad y competitividad en las organizaciones: El grado de satisfacción laboral, es decir, que tan satisfechos están nuestros colaboradores. Si es cierto, como yo lo creo, que la competitividad se da primero en la gente ya que las empresas están “hechas” por gente, los resultados de un estudio de Workforce 2020, de SAP y Oxford Economics, reseñado por El Tiempo en Octubre 12 del presente año trae resultados muy preocupantes para Colombia y que explican en mucho los menores niveles de competitividad frente a otros países. Según el estudio mencionado, solo el 24% de los empleados en Colombia están satisfechos con su trabajo. En el resto del mundo esta cifra es 39%, 15 puntos porcentuales por encima de nuestro registro. Colombia, en un universo de 27 países en los que se consultaron 5900 empleados y empleadores, es el tercer país más infeliz laboralmente. Obvio, el factor que más pesa en el descontento laboral es la baja remuneración que perciben los empleados (79% de los empleados colombianos se siente mal remunerado mientras que en el resto del mundo el 68% se siente con bajos salarios. Pero hay otros factores: La ausencia de horarios flexibles y otros sistemas de trabajo (como el teletrabajo). Simultáneamente, los empresarios consultados consideran que no cuentan con empleados líderes que se echen sobre sus hombros el cumplimiento de las metas de sus negocios.
El primer cuestionamiento sobre esta situación recae sobre los departamentos de recursos humanos o de talento humano como hoy se identifican: ¿Cuentan o no con el apoyo de la alta dirección? ¿O solo atienden las relaciones contractuales y no los demás factores clave para un excelente clima laboral?  Esta realidad plantea una aguda diferencia entre los dueños o directivos de las empresas y los empleados que pertenecen a la generación nueva, la llamada la “generación Y”. Aquí hay una gran tarea por realizar. Desafortunadamente, no hay datos de las regiones pues en el Huila, con seguridad los datos traerían más preocupación si se mantiene la cifra de que más del 70% de los empleados ganan menos de dos salarios mínimos a comienzos de la década presente. Miremos esto, por favor!   

viernes, 7 de noviembre de 2014

COMPETITIVIDAD: OTRA VISIÓN Germán Palomo García

COMPETITIVIDAD: OTRA VISIÓN
Germán Palomo García
Notoria preocupación causó en el departamento el ranking de competitividad para el 2014 elaborado por el Consejo Privado de Competitividad, CPC y el Centro de Pensamiento de Estrategias Competitivas de la Universidad del Rosario, CEPEC. La razón: El descenso de cinco puestos del Huila con relación a la medición anterior (2013) que fue la primera que se realizó por el CPC. Antes, la CEPAL presentaba este Índice de Competitividad Departamental, ICD, y lo sigue haciendo. Precisamente, consulté el más reciente ICD de la CEPAL y por cauces distintos (variables e indicadores diferentes a los del CPC-CEPEC) llega a conclusiones similares lo cual valida ambos resultados e invita a una reflexión como la planteada por los empresarios y el propio gobierno departamental pero con mayor profundidad y objetividad pues lo amerita la cruda realidad expuesta.
Para la CEPAL, el Huila está estancado en el periodo 2000-2012 en el nivel MEDIO BAJO, con un 49% de la calificación del departamento líder (Bogotá-Cundinamarca) y con una pérdida de nivel ya que a comienzos de la década alcanzó el nivel 3 (Medio Alto) pero desde el 2004 hasta el 2012 se mantiene en el nivel 4 (Medio Bajo). De 8 variables consideradas cada una con una importante batería de indicadores, el Huila muestra malos resultados en Fortaleza de la Economía (Nivel bajo) y en Ciencia y Tecnología (Colero). Los resultados buenos están en Infraestructura y Capital Humano (Nivel Medio Alto); Finanzas y Gestión Pública, Seguridad y requerimientos Básicos (Nivel Alto) y regulares en Modernidad (Nivel Medio bajo). Contrastando estos resultados con los del CPC-CEPEC, coinciden, aunque con términos diferentes, en las debilidades de la economía. Factores como informalidad laboral, subempleo, la escasa participación en el mercado mundial por baja ineficiencia están incorporados en los indicadores de fortaleza de la economía de la CEPAL. Igual ocurre con la crítica a la baja calidad de la educación superior que se contrasta con la posición de coleros en Ciencia y Tecnología según CEPAL.
Ambos ejercicios serán analizados en el proceso de actualización de la Agenda Interna de Productividad y Competitividad pues, de plano, hay un cuestionamiento a la Agenda Interna como si las tareas comprometidas no se hubieran honrado. Ya lo veremos.

COMPETITIVIDAD: OTRA VISIÓN Germán Palomo García

COMPETITIVIDAD: OTRA VISIÓN
Germán Palomo García
Notoria preocupación causó en el departamento el ranking de competitividad para el 2014 elaborado por el Consejo Privado de Competitividad, CPC y el Centro de Pensamiento de Estrategias Competitivas de la Universidad del Rosario, CEPEC. La razón: El descenso de cinco puestos del Huila con relación a la medición anterior (2013) que fue la primera que se realizó por el CPC. Antes, la CEPAL presentaba este Índice de Competitividad Departamental, ICD, y lo sigue haciendo. Precisamente, consulté el más reciente ICD de la CEPAL y por cauces distintos (variables e indicadores diferentes a los del CPC-CEPEC) llega a conclusiones similares lo cual valida ambos resultados e invita a una reflexión como la planteada por los empresarios y el propio gobierno departamental pero con mayor profundidad y objetividad pues lo amerita la cruda realidad expuesta.
Para la CEPAL, el Huila está estancado en el periodo 2000-2012 en el nivel MEDIO BAJO, con un 49% de la calificación del departamento líder (Bogotá-Cundinamarca) y con una pérdida de nivel ya que a comienzos de la década alcanzó el nivel 3 (Medio Alto) pero desde el 2004 hasta el 2012 se mantiene en el nivel 4 (Medio Bajo). De 8 variables consideradas cada una con una importante batería de indicadores, el Huila muestra malos resultados en Fortaleza de la Economía (Nivel bajo) y en Ciencia y Tecnología (Colero). Los resultados buenos están en Infraestructura y Capital Humano (Nivel Medio Alto); Finanzas y Gestión Pública, Seguridad y requerimientos Básicos (Nivel Alto) y regulares en Modernidad (Nivel Medio bajo). Contrastando estos resultados con los del CPC-CEPEC, coinciden, aunque con términos diferentes, en las debilidades de la economía. Factores como informalidad laboral, subempleo, la escasa participación en el mercado mundial por baja ineficiencia están incorporados en los indicadores de fortaleza de la economía de la CEPAL. Igual ocurre con la crítica a la baja calidad de la educación superior que se contrasta con la posición de coleros en Ciencia y Tecnología según CEPAL.
Ambos ejercicios serán analizados en el proceso de actualización de la Agenda Interna de Productividad y Competitividad pues, de plano, hay un cuestionamiento a la Agenda Interna como si las tareas comprometidas no se hubieran honrado. Ya lo veremos.

¡ANUNCIADO ESTABA! Germán Palomo García

¡ANUNCIADO ESTABA!
Germán Palomo García

Las últimas declaraciones del Jefe del DNP, Simón Gaviria, sobre la reforma al régimen de regalías en vigencia desde el 2012, confirma el fracaso del SGR. Como lo demostré a lo largo de las discusiones del proyecto de Acto legislativo que requirió 8 debates y más de un año de trámites, la propuesta de reforma no garantizaba ninguna de las mejoras expuestas como soluciones a la problemática de las regalías. La corrupción sigue, ahora con más protagonistas (los OCAD);  La burocratización desconoce que los recursos de regalías son para inversión en un 90% (5% interventoría y 5% operación de los proyectos), los gobernantes territoriales perdieron toda su autonomía en el manejo de tales recursos al tiempo que las regiones petroleras resultaron duramente golpeadas al ver significativamente reducidos sus ingresos a pesar de que, con la creación de la bolsa única de regalías en Min hacienda existe la posibilidad de obtener más recursos. La prueba, además de la inminente reforma: El Tiempo del domingo 19 de Octubre muestra los “doce nuevos elefantes blancos con plata de regalías” por más de 35.000 millones de pesos (en el Huila hay uno, según el diario). Por lo visto, la mermelada se sigue “untando” en departamentos productores y no productores (los nuevos beneficiados). Lo que se concluye fácilmente de la lectura de la crónica de El Tiempo es que los OCAD están en una repartija desaforada sin ningún análisis y desconociendo que, desde su inicio, las regalías debían destinarse a generar una nueva base productiva que fuera reduciendo la dependencia de las regalías por provenir de fuentes no renovables. Supuestamente, la creación del Fondo de Ciencia y Tecnología iría a generar los cimientos de esa nueva base pero, precisamente, algunos de los elefantes blancos según El Tiempo están en este renglón y buena parte de la reforma ofrecida por Gaviria es centralizar en COLCIENCIAS estos proyectos “hoy en manos de fundaciones y asociaciones de todo tipo”. El Huila no escapa a esta realidad pues un proyecto por 21.000 millones se ejecuta sin ninguna garantía de que generará la ciencia y tecnología que necesitamos. Se están gastando, no invirtiendo, en actividades de socialización, publicidad incluida, desconociendo otros esfuerzos ya existentes como la incubadora de empresas, para citar un solo ejemplo. ¡Vamos a ver cómo será la reforma a la reforma!