lunes, 24 de agosto de 2015

ASÍ ES LA ECONOMÍA

ASÍ ES LA ECONOMÍA
Germán Palomo García

La economía es una ciencia social y no una ciencia exacta. Por ello, los economistas vivimos explicando los cambios que a diario se presentan en el comportamiento de muchas de las variables macroeconómicas que señalan las tendencias en los mercados ampliados aunque resulta cada vez casi que imposible pronosticar para el largo plazo y explicar lo que pasa en el corto plazo. Sin embargo, como analistas estamos obligados a proyectar escenarios leyendo, de la mejor manera, lo que ocurre en la realidad. La preocupación de estos días es el comportamiento de la tasa de cambio del peso frente al dólar que ya se acerca a los 3.000 pesos por dólar. Pero los comentaristas indagan por los efectos de esta alza inusitada hace cinco años pero se olvidan de que hace menos de un año el problema era al contrario: La revaluación del peso nos estaba afectando, encareciendo nuestros productos en los mercados internacionales y estimulando las importaciones. Ahora, la pregunta es sobre cómo se encarecen las importaciones y la deuda en dólares pero no como aprovechar la devaluación del peso para incrementar las exportaciones que es lo que siempre piden los exportadores en lugar de adecuar sus estrategias para competir a cualquier nivel de tasa de cambio. Las preocupaciones son válidas en todo caso, pero la respuesta está en el modelo económico que ha acogido el país de manera equivocada. ¿Por qué no aprovechamos para exportar más? Porque con dólar barato era mejor importar productos terminados que maquinaria para abaratar nuestra producción y competir en ciclos como el actual. ¿Y por qué más? Porque tampoco estimulamos la generación de valor agregado y seguimos siendo productores de commodities, bienes primarios no transformados porque se demandaban en volúmenes y precios excelentes. ¿Para qué preocuparnos entonces? De nuevo nos olvidamos de los famosos ciclos económicos que son infalibles y que hoy nos golpean con petróleo a bajo precio, disminución del ritmo de crecimiento de las economías líderes y alimentos importados que otrora se producían en el país y que hoy no se pueden sacar del cubilete del mago. Ahora, generar valor agregado no se estimula solo con dólar alto sino con inversiones empresariales importantes que toman tiempo. La lección: La economía globalizada no crea excepciones y los candidatos a la gobernación del Huila y a las distintas alcaldías deben leer estas realidades y no plantear supuestas estrategias que nada tienen que ver con lo que nos puede reducir el impacto de la crisis que es más que un dólar caro.

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