martes, 25 de enero de 2011

UNA TAREA MAL HECHA Y SIEMPRE PENDIENTE

Germán Palomo García
Muy malos los resultados de Colombia en la prueba internacional PISA en 2009, que mide comprensión de lectura, competencia matemática y competencia científica en los jóvenes de 15 años, es decir, aquellos que están a punto de obtener su título de bachiller. Según los resultados para el país, que ocupó el puesto 52 entre 65 países, en comprensión de lectura. Casi la mitad de los jóvenes colombianos no entienden lo que leen y no son capaces de identificar los mensajes clave de un texto. ¡Terrible!. En competencia matemática Colombia ocupó el puesto 58 (70% no pueden realizar las operaciones matemáticas más elementales) y en competencia científica el 54.
Los resultados anteriores fueron igualmente malos aunque algunos expertos dicen que, a pesar de esto, el país va por el sendero correcto. Si esto es cierto, el problema es de velocidad como ocurre con el sistema educativo del Huila que para mejorar el promedio de años de estudio de la población en un año se está gastando 11 años por lo que cumplir la meta de 10 años tardaremos 20 años, cuando otras sociedades ya nos habrán dejado a la vera del camino.
Lo grave es que estas falencias no se superan en los niveles superiores de la formación. Es frecuente encontrar profesionales en diferentes disciplinas que no saben redactar una carta o presentar un informe porque no pueden contextualizar lo que desean transmitir además de incurrir en crasos errores ortográficos, inconcebibles en nuestros “doctores”.
El país, y el Huila como réplica natural lamentablemente, no ha querido priorizar en la educación y desconoce que la mejor política pública en la formación del hoy llamado capital humano a todos los niveles pero fundamentalmente el preescolar como la educación temprana que en otros países avanza a pasos gigantescos cuando nosotros seguimos anclados en un decreto que solo reconoce la educación oficial desde los cinco años generando la primera inequidad social pues los hijos de los privados sí inician su proceso formativo desde los dos años.
¿Cómo se están utilizando las nuevas tecnologías en la educación? La sensación es que la ortografía se deja al computador quien señala las palabras dudosas. Así no hay formación sino rutina dañina y no formativa sino alcahueta. En días pasados, leí dos mensajes contradictorios sobre la educación: La una, un joven de un colegio de Neiva que se quejaba de que este le quería impedir el disfrute de sus vacaciones y la otra, la posición del colegio que sacó el mayor puntaje del ICFES, el Campo David en una zona deprimida de Bogotá, que argumentaba su éxito por facilitar el colegio para los jóvenes que aún en vacaciones iban a estudiar. Esto explica todo.

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