HUILA, OBJETIVO COMÚN
Germán
Palomo García
Culminado
el proceso electoral con una jornada de contrastes en sus resultados hay que
mirar hacia adelante con un objetivo común: El Huila. No resulta fácil mirar
esta visión colectiva después de que los huilenses hemos escrito no solo una
visión de futuro hace 15 años, una Agenda Interna de Productividad y
Competitividad hace 10 años y un Plan Estratégico de Ciencia y Tecnología hace
cinco años sin aplicación práctica importante confirmado por recientes diagnósticos
que ratifican que estamos lejos de ser el “corazón verde de Colombia”, que
hemos cumplido solo el 32% de los objetivos y metas en competitividad y
seguimos realizando actividades de bajo valor agregado por la no transferencia
de tecnología a nuestra rutina productiva y seguimos abajo en la tabla de
competitividad departamental.
Resulta
obvio, entonces, pensar que los nuevos planes de desarrollo departamental y
municipales encuentran en estas realidades grandes nutrientes para estructurar
programas de gobierno coherentes y consistentes con lo que debe hacerse en
procura de elevar el nivel de gestión del aparato productivo y garantizar
mejores niveles de bienestar de la comunidad huilense. A nivel de la capital
opita, la sangre nueva que llega, representada en Rodrigo Lara Sánchez, no solo
debe concluir la tarea inconclusa del actual alcalde sino darle un timonazo a
la ciudad en todos los frentes pero fundamentalmente en la infraestructura de
servicios y la movilidad y seguridad. Le escuché que llega libre de compromisos
burocráticos lo cual, de ser cierto, le permitirá conformar un gabinete técnico
pero con sensibilidad social y ambiental que no es fácil lograrlo, además, por
las limitaciones presupuestales para atraer gente de calidad.
A
la gobernación llega un curtido politécnico, con excelentes contactos a nivel
nacional por su trayectoria parlamentaria. La Educación es, sin duda, la clave
pero debe ayudarse también con la “Importación de talento humano que ya se
necesita y que no podemos esperar a formarlo, particularmente en el tema
agroindustrial y gerencial para todas las apuestas productivas y muy
especialmente para cumplir el propósito del Plan Estratégico de CTI de
convertir al Huila en una economía del conocimiento.
Lo
más importante es que se piense en grande y se conciba un Huila sin
retaliaciones y sí con visión colectiva de futuro como, desde hace veinte años,
lo venimos promoviendo. Empieza, entonces, un nuevo periodo para construir lo
que aún no hemos construido pero sí proyectado.
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