jueves, 11 de junio de 2015

PASAN COSAS…

PASAN COSAS…
Germán Palomo García
Asistí a la entrega de certificados de capacitación en emprendimiento de un grupo de beneficiarios del proyecto El Quimbo que no solo recibieron la formación del SENA, gran aliado, sino capital semilla entre 25 y 45 millones para sus proyectos agroindustriales. A Quienes quieren ver solo problemas en El Quimbo les parecerá muy poca compensación frente a la problemática que ha generado la hidroeléctrica. Pero el evento sirvió para destacar varios ejemplos de actitud positiva emprendiendo proyectos, en algunos casos, partiendo de cero. Personas que con escaso conocimiento y recursos de capital pero con una visión clara de lo que se puede hacer frente a cambios importantes no solo en su entorno inmediato sino en sus propias vidas. Fue alentador ver expositores de productos líderes en nuestra economía como frutales, cacao, cereales todos ellos con valor agregado que es una exigencia para el sector primario y que, lamentablemente, aún nos cuesta trabajo entender. Artesanos que hoy muestran su arte con más solidez y enfoque comercial entendiendo que las artesanías son una opción clara en la zona de influencia de El Quimbo, el sur de Colombia y, por supuesto, el Huila y el país.
En términos generales, 53.000 millones se han entregado a 1.955 beneficiarios que han puesto en producción 629 hectáreas además de mejorar sus viviendas y su calidad de vida suma importante y adicional a los recursos ya entregados en las negociaciones de los predios afectados por el embalse.

Estoy de acuerdo en que pudo lograrse mucho más pero no podemos culpar a Emgesa. La culpa es nuestra que fieles a nuestro comportamiento de ser reactivos y no proactivos esperamos a que todo se consuma para ver logros antes que planificarlos y ejecutarlos. Precisamente, una foto que publicó este diario a un gran arrume de madera sobre la vía central en el trayecto Garzón-Gigante me llevó a lamentarme por no tener una generadora de energía a partir de biomasa vegetal y forestal como dos que vi en Uruguay y que producen 14 MW cada una con cascarilla de arroz y troncos como los que mostró la fotografía. Claro, en Uruguay hay plantaciones industriales y aquí proviene de la necesaria limpieza del área del embalse para evitar descomposición. Pero sabíamos que eso iba a pasar y no nos preparamos. Lo mismo está pasando con el aprovechamiento del segundo embalse. Estamos esperando a que se llene para ponernos a pensar cómo aprovecharlo en lugar de estar promoviendo actividades turísticas desde ya. Es decir, seguimos en las mismas.

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