martes, 26 de agosto de 2014

LA COMPETITIVIDAD SEGÚN SANTOS II

LA COMPETITIVIDAD SEGÚN SANTOS II
Germán Palomo García
Hace dos semanas el presidente Santos presentó su política de competitividad que denominó Agenda de Competitividad con la que fija su posición respecto a lo que Colombia debe hacer para mejorar su capacidad para competir en el mercado ampliado. Hay que decir de entrada que fiel a su visión centralista del desarrollo sin desconocer los efectos sobre la periferia, el presidente definió once áreas de gestión encabezadas por la Educación, Ciencia y Tecnología, Infraestructura y la estabilidad macroeconómica. Al respecto, reiteró el presidente su trilogía sobre la que descansará su gestión en el segundo tiempo de su mandato: Paz, Equidad y Educación que resulta sencillo escribirla y hablar de ella pero muy compleja para realizarla y alcanzar sus objetivos por la compleja maraña de vasos comunicantes que hay entre sus componentes. Las otras áreas señaladas por el mandatario son de bulto: Justicia, lucha contra la corrupción, desarrollo sectorial (especialmente agropecuario e industrial) y sus esperados efectos en el empleo y los niveles de bienestar y los factores que hoy analiza Naciones Unidas en su programa Doing Business especialmente las mejoras en las prácticas de competencia en el sector empresarial y el desempeño de las instituciones para apoyar estas prácticas.

Resulta necesario anotar que si bien la política de competitividad del actual gobierno toca variables comunes a los objetivos que se buscan, la forma en que se llega a sus logros sí difiere por lo que las regiones deben, desde ya, estar atentas a reclamar su natural protagonismo sobre todo teniendo en cuenta que la globalización lleva a que regiones, y no países en todos los casos, mejoren su competitividad independiente que si sus países lo logran. La infraestructura, para citar un ejemplo, es una transversalidad en todas las actividades y las vías de cuarta generación tendrán prioridad como ya se observa. Pero la infraestructura para las regiones también tiene que entrar a jugar y será aquella que se ha señalado en las distintas Agendas Internas de Productividad y Competitividad que desde el 2006 orientan no solo el desarrollo regional sino el nacional como la sumatoria de aquellas. Pero para esto, los gobernantes territoriales deben estar atentos a que lo que ha venido plasmándose en los distintos Planes de Desarrollo departamentales y municipales tenga relación con la agenda de competitividad de Santos II. Y es que no riñe una visión con la otra por lo que tenemos con qué exigir nuestra presencia real en el nuevo plan de desarrollo que ya se empieza a esbozar.

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