GOLPE
AL RELEVO GENERACIONAL
Germán Palomo García
La partida inesperada de
Sergio Younes Rincón golpea fuertemente el ansiado y necesario relevo
generacional en nuestro departamento y en el país. Claro es que los conceptos
de liderazgo exigen una rápida traducción en la práctica lo que requiere de
líderes que conduzcan a sus seguidores a metas en las que todos se identifiquen
y luchen por lograrlas. Pero, a su vez, alcanzar el nivel de líder pasa por un
proceso de aprendizaje y formación así se diga que el líder nace, no se hace.
Ser líder, como ser empresario, no es un rasgo genético sino la resultante de
un proceso formativo que ayudará a quienes tienen mayor predisposición al
liderazgo a consolidar sus facultades y a los que no la tienen a asumir, en
muchas circunstancias, posiciones de liderazgo. Este proceso no tiene que ver
siempre con alcanzar un título académico sino con adquirir las destrezas para
conducir a los distintos grupos sociales a conseguir sus objetivos comunes. Este
aprendizaje lo estaba realizando Sergio con gran éxito, quizás muy velozmente;
pero seguía con interés su proceso porque representaba una excepción a lo que
mostró un estudio sobre la educación preescolar en el Huila en el 2007 que 75%
de los niños en edad preescolar (3 y 4 años) estaban por fuera del sistema
educativo significando que los líderes del Huila del mañana no se estaban
formando, una realidad dolorosa y de la que no queremos darnos cuenta porque
todavía no percibimos su gravedad. Pensaba que ante la tragedia sería señalado
otro joven que estuviera siguiendo los pasos de Sergio pero, en una jugada
eminentemente política apoyada en la ya probada condición de país lastimero, su
madre fue convencida de asumir sus banderas. La gente siempre se pone del lado
de la víctima. Así, Gaviria fue presidente porque el hijo de Galán, en el
sepelio de su padre, lo señaló como su heredero. Samper fortaleció su imagen
política después del atentado en el aeropuerto El Dorado. A nivel
latinoamericano, Cristina Kichner asumió el liderazgo de su esposo fallecido y
ahí tiene a la Argentina cuesta abajo. Pero ya los peronistas habían hecho lo
mismo con la segunda esposa de Perón con iguales resultados. Es decir, hay
antecedentes de que la jugada tiene éxito para el grupo político pero no para
el país o la región. Doble golpe, entonces, a un relevo generacional que se
pide a gritos cuando muchos de nuestros representantes ya se asoman a su retiro
en un cumplimiento inexorable del ciclo vital pero ni así tenemos un programa
para que se asuma sin sobresaltos esta inevitable transición.
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