LA
VENTA DE LAS ACCIONES DEL GOBIERNO EN ISAGEN
Germán Palomo G.
La controversia del día se da en
torno a la venta de la participación accionaria del gobierno nacional en ISAGEN
(57%), la generadora de energía nacida de la escisión de las actividades de ISA.
Lamentablemente, como siempre ocurre, la polémica se da en la arena política
pero su importancia radica en dos factores fundamentales: Primero, el modelo de
gestión pública, es decir, si el Estado debe o no ser empresario o solamente
regulador del mercado y segundo, la utilización de los réditos de la
privatización de las actividades en manos del sector público.
Sobre el primer factor,
el tamaño del Estado ha sido un tema recurrente que se ha resuelto en favor de
la participación del gobierno nacional en actividades que perfectamente pueden
estar en manos privadas con una fuerte regulación. El Estado salió
mayoritariamente del sector financiero pero sigue participando en el Banco
Agrario. Vendió 10% de Ecopetrol, apenas la mitad de lo autorizado, y sigue
siendo mayoritaria su participación y no se ve que el actual gobierno impulse la venta del otro
10%. No ha vendido la participación de algunas electrificadoras, entre ellas la
del Huila, pero salió de otras en beneficio de EPM. Subastó los nuevos
proyectos hidroeléctricos en lugar de seguir invirtiendo solo (caso CHB). En
suma, hay un híbrido en la participación del Estado en actividades
empresariales que, en mi opinión se mantendrá por mucho rato. Esto por cuanto
la experiencia en las privatizaciones en el uso de los ingresos percibidos por
este concepto, ha sido lamentable. Que se hizo el dinero de Ecopetrol? Que pasó
con los ahorros generados por el recorte de ministerios en el gobierno de
Uribe? Se orientó a aumentar los gastos militares que no solo consumieron lo
ahorrado sino algo más. Ahora se dice que la venta de ISAGEN busca apalancar
los compromisos que está asumiendo el gobierno en las conversaciones de la
Habana y no en lo que el Minhacienda dijo de destinarlos a la infraestructura.
Sería fatal y un verdadero desahorro que llevaría a dificultades fiscales en el
mediano plazo. Esto indica la inexistencia de una política de reducción del
Estado sino una decisión circunstancial (necesidad de dinero) Si es cierto que
los casi 8 billones de pesos que recibiría el gobierno por su 57% irán a manos
de los socios de la paz, es mejor que siga el gobierno con ISAGEN. Ya hay
privados que quieren arrancarle la mano. Por qué?
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