lunes, 25 de octubre de 2010

MÁS SOBRE REGALÍAS

LOS ODM Y LAS REGALÍAS
Germán Palomo García

Se reúne en estos momentos la Organización de Las Naciones Unidas para revisar el desempeño de los países que hace 10 años firmaron la Declaración del Milenio, un compromiso de mejorar las condiciones de la humanidad con base en ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio, ODM, que empiezan en la reducción de la pobreza extrema y el hambre hasta la constitución de una asociación mundial para el desarrollo pasando por el ataque a la mortalidad infantil, el reconocimiento de género, alcanzar la educación universal, la salud sexual y reproductiva y la sostenibilidad ambiental. El seguimiento se hace a través del cumplimiento de 18 metas y 40 indicadores que tienen que alcanzarse en el 2015. La primera revisión, hace cinco años no fue positiva y algunos países retrocedieron en lugar de avanzar hacia las metas propuestas. Con seguridad pasará lo mismo ahora y Colombia será uno de los países que tendrán que aceptar el incumplimiento de las metas a pesar de algunos avances importantes especialmente en salud y educación, lamentablemente parciales. La pobreza, que tiene que reducirse 50%, ha bajado apenas 4 puntos porcentuales y más de la mitad de los colombianos caen en el umbral de la pobreza y más del 18% están en la indigencia. Pero el caso del Huila, como del resto de entes territoriales que hoy reciben 79% de regalías como regalías directas, resulta más preocupante porque tampoco se han cumplido las metas intermedias señaladas. Aún estamos lejos pero lo estaremos mucho más Cuando el proyecto de acto legislativo que reducirá significativamente las regalías directas que recortarán de manera grave los recursos para educación, salud, agua potable y saneamiento básico, rubros íntimamente relacionados con los objetivos de desarrollo del milenio, se convierta en Ley. Resultan contradictorios, entonces, los dos eventos simultáneos. Sin embargo, ojalá el de la ONU sirva para reconsiderar muchas de las argumentaciones del proyecto de regalías así como el gobierno ha aceptado ya cinco reformas al proyecto original. El criterio de equidad regional, por ejemplo, hará partícipes a todos los departamentos y municipios que recibirán a través de los fondos que se crean, 80% de las regalías totales mientras los que hoy reciben regalías directas se quedarán apenas con un 20%, es decir, una inversión total de la actual situación. Y ninguno ayudará a mejorar los ODM y menos a acabar con la corrupción y el centralismo que, por el contrario, se incrementarán. La corrupción, hay que decirlo claramente, no nació con las regalías y estas harán el papel de un fósforo en la gasolina.

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