martes, 15 de septiembre de 2015

LA DINÁMICA FRONTERIZA

LA DINÁMICA FRONTERIZA
Germán Palomo García
Las áreas fronterizas en todo el mundo, tienen un comportamiento propio. Los recientes lamentables hechos en la frontera con Venezuela son producto de equivocadas directrices de lado y lado. No puede desconocerse que el contrabando se da silvestre por los diferenciales de precios entre las ciudades fronterizas. Mientras en Cúcuta no es negocio montar estaciones de servicio, la informalidad en la venta de combustibles procedente de Venezuela hace su agosto. ¿Por qué no se acuerda entre los países vecinos la venta en el lado colombiano de gasolina venezolana a precios regulados en lugar de vender gasolina colombiana en Cúcuta a precios alejados de los internacionales por razones impositivas? Así, ambos países ganarían sin afectar sus propios mercados. El tema no es nuevo. Colombia importa gasolina desde Manaos, Brasil para atender el mercado del Amazonas. Y no hay problema.
Como siempre se dice, el dinero no tiene bandera. Tampoco, agrego yo, frontera. Si los precios en un lado son más favorables, el intermediario encuentra una oportunidad que transfiere a los consumidores. Y esto no se arregla cerrando la frontera. Por el contrario, atiza el contrabando que es lo que ha pasado con los productos venezolanos. Siguen pasando a Colombia pero más caros. El propio ministro de Hacienda Cárdenas puso el ejemplo de la leche en polvo: Cuesta 30 centavos de dólar en Venezuela pero tres dólares en Cúcuta. ¿Cómo evitarlo?
Situación contraria está ocurriendo en la frontera con Ecuador. Correa está preocupado porque los dólares que tanto necesita por la reducción de los precios del petróleo se están quedando en Ipiales porque nuestros productos están baratos para los ecuatorianos por la devaluación del peso del 60% en año completo. La razón es que la economía ecuatoriana está dolarizada y un dólar alto encarece los productos ecuatorianos generando una complicada situación económica en los renglones afectados como los electrodomésticos. Si el criterio es el mismo de Maduro, ¿se cerrará la frontera en Ipiales o Lago Agrio?

La carestía en Venezuela o la dolarización en Ecuador han puesto la mira en la frontera pensando en que la solución está allí. Grave error. Y más grave aún que se pretenda acusar a los colombianos, que Venezuela por muchos años aceptó como inmigrantes ilegales, de paramilitares y prostitutas y culpables de las desgracias Chavistas. El problema para nosotros es que Colombia ¡hasta ahora se da cuenta de que tiene frontera de 2000 Kilómetros con Venezuela!

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