2015: AÑO DIFÍCIL
Germán
Palomo García
Este
año que comienza pinta muy difícil en el frente económico. Varios nubarrones lo
hacen prever así. La espectacular caída del precio del petróleo en el segundo
semestre del 2014, ha puesto en dificultades a las economías dependientes del
crudo como Venezuela pero también a Colombia cuyo modelo económico, sin ninguna
justificación, decidió otorgarle prioridad a los bienes primarios como la vieja
economía que suponíamos superada. Hoy, con alta dependencia de las
exportaciones minero energéticas, queremos cambiar el rumbo lo cual no se
logrará en este año. Los menores precios del “oro negro” que bordean los 53
dólares por barril (después de los 110 de Junio/14) afectarán las regalías (ojo
Huila) y dificultarán tapar el hueco fiscal de 12.5 billones lo que seguramente
promoverá otra reforma tributaria en
lugar de disminuir los gastos del Estado. El bajo precio del petróleo no
se recuperará en este año, según los analistas, por el crecimiento de la
producción de los Estados Unidos.
El
aumento del precio del Dólar (Hoy ronda los 2.430 pesos) obliga a exportar los
bienes transables y a reducir las importaciones, un proceso contrario a lo
ocurrido desde hace tres años y que ha aumentado el déficit de la balanza
comercial sobre todo con los Estados Unidos, un mercado que se muestra más
interesante por la recuperación de su economía y el estancamiento de China y
Europa que siguen en dificultades. El incremento de los productos importados
lleva a estimular el mercado interno, para lo que se esperaba un mayor
incremento del salario mínimo. Este solo aumentó lo necesario para mantener el
poder adquisitivo, es decir, actualizar su valor pero no incrementarlo, tal como
lo reconocieron los mismos empresarios y el propio ministro de trabajo.
Por
el lado propio, el país está a la espera de la conclusión del proceso de paz
con las FARC sin garantía de que se de en el 2015 y exitosamente. Mientras, las
proyecciones de crecimiento se revisan a la baja (ahora se crecerá entre 3.8% y
4% en el PIB) y sectores como el agropecuario seguirán con un comportamiento bajo.
Por el contrario, por el efecto dólar, la inflación se revisa al alza, como
acaba de suceder con el dato de cierre de año que llegó a 3,66%, cerca del
techo fijado.
La gestión pública y
los empresarios deben tener en cuenta estas realidades antes que entrar en
especulaciones y proyecciones pensando con el deseo.
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