lunes, 15 de diciembre de 2014

TLC CON COREA Y EL HUILA Germán Palomo García

TLC CON COREA Y EL HUILA
Germán Palomo García
El Congreso Colombiano acaba de aprobar el Tratado de Libre Comercio con Corea del Sur, aplazado por la puja entre los autopartistas nacionales y los agroindustriales. Los primeros porque ven el este tratado una gran amenaza para los 200.000 empleos que genera la fabricación de partes para automotores, un renglón industrial que Colombia ha promovido con éxito pero que aún no está en condiciones de competir con los coreanos, fabricantes de reconocidas marcas líderes en el mercado automotor colombiano. Los productores agroindustriales ven en el mercado coreano una excelente oportunidad para colocar sus productos en un mercado que atiende sus necesidades alimenticias en un 90% con importaciones.

Puesto en vigencia, representa un reto inmenso para la agroindustria nacional pues, fuera del café, que no necesita un TLC para su colocación en el mercado mundial, el cacao, que atraviesa por un excelente momento por los precios internacionales, el banano y galletería y algunos enlatados, los otros renglones del sector, incluidos los cárnicos y lácteos, tienen que mejorar sustancialmente para aprovechar la aprobación de este TLC. Es lo que ocurre cuando se piensa en que el Huila resulta beneficiado no solo con este acuerdo de libre comercio sino con la mayoría de los 16 ya firmados por el gobierno y en vigencia. Si hay un sector realmente beneficiado con los TLC que tanta controversia han producido es el agroindustrial que, en la Agenda Interna de Productividad y Competitividad del departamento, es la primera apuesta productiva estratégica. Afortunadamente tenemos café, cacao y tilapia, renglones competitivos que deben apurar el ritmo para poder ingresar a estos mercados. Por volumen, no tendríamos capacidad para atender órdenes significativas y la transferencia de conocimiento ha sido muy escasa y, especialmente en cacao, tenemos rendimientos bajos lo que hace que tengamos un enorme trabajo por realizar. Gracias a la calidad, las opciones son claras pero las mejoras a introducir son grandes pero hay que lograrlas. En frutales el trabajo debe ser mayor porque no tenemos capacidad para exportar volúmenes importantes y la calidad, en términos de cumplir con certificaciones internacionales, es cuestionable lo que limita seriamente las posibilidades de exportación. Pero todo esto hay que hacerlo. La oportunidad es ahora y el mercado nos favorece. ¿Que más debemos esperar?

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