miércoles, 17 de abril de 2013

DERROTA Y OLVIDO Germán Palomo García


DERROTA Y OLVIDO
Germán Palomo García

El estrecho margen entre Maduro y Capriles  en las elecciones del Domingo pasado en Venezuela (235.000 votos) deja a la revolución bolivariana como la gran derrotada. A menos de dos meses de fallecido el líder se esfumaron los votos que hacían una diferencia importante en favor del gobierno y que mostraba una impresionante oleada roja en toda Venezuela. Esta inesperada reacción de la oposición permite hacer varias lecturas. La primera, resulta sorprendente que muy temprano la filosofía chavista de la revolución del siglo XXI haya sufrido un retroceso. Mucho más cuando la campaña del presidente candidato Maduro utilizó en exceso la figura de Chávez para recordarle a los electores que su hijo (así se presentaba), designado como su sucesor por el mismísimo caudillo, continuaría su gestión bajo las mismas premisas, estrategias y prioridades: Los pobres. Definitivamente, ningún muerto tiene la razón ni logra que lo sigan. Por el contrario, los que se han ido transitan por el camino del olvido y con Chávez se comprueba que más temprano que tarde, eso seremos. La segunda, El liderazgo no se transmite ni se hereda. Se gana y se ejerce con sus propias capacidades y habilidades. Maduro no es Chávez como ninguno de los que lo lloraron el cinco de Marzo y que se mostraban como sus intérpretes y sucesores. El Chavismo sin Chávez tiene muy poca vida y es probable que esta realidad lleve a desagradables situaciones en las propias filas chavistas.
Por último, el asistencialismo que tanto alimentó a Chávez no genera lealtad. Si así fuera, Maduro habría arrasado. Los barriguistas, los seguidores de estómago, siempre encontrarán quien los llene. Mientras, la verdadera ayuda que se refleja en una economía dinámica, con empleo y oportunidades para todos y que vivan como quieran en condiciones mínimas favorables, se va alejando para una sociedad que se da cuenta de esto pero que no la escuchan. Para verificar esto, los venezolanos pronto entenderán como la espiral inflacionaria, la reducción de la producción petrolera y la escasez de alimentos los va a impactar negativamente. Y Maduro  ya no tendrá el margen que Chávez tuvo para seguir llenando estómagos. Lecciones para Colombia, sin ninguna duda!

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