En los últimos días se ha intensificado el tema en torno a la creación de un seguro para los desempleados, tal como existe en los países desarrollados, de tal manera que quienes han caído en la grave situación de paro laboral por lo menos puedan garantizar una subvención en la línea básica de ingresos. Aún no se han dado las puntadas clave de la iniciativa y debe aceptarse que no hay claridad en lo que se pretende por lo que muchos argumentos que se han esgrimido en pro de la medida producen preocupación antes que tranquilidad. Por ejemplo, no se sabe de donde saldrán los recursos para los desembolsos a cargo del seguro. Se habla de que las Cajas de Compensación podrán destinar parte de los parafiscales para “fondear” este seguro. El ministro de hacienda no ha dicho cuanto destinará la Nación para tal propósito en un momento en que el déficit fiscal está creciendo de manera preocupante pues el gobierno está monetizando los créditos externos que ha adquirido lo cual, dicho sea de paso, está contribuyendo a revivir la revaluación en un momento totalmente inconveniente por la crisis que aún se sufre y que todos estamos esperando, por lo menos en Colombia, que se le haya “quebrado el espinazo” a la ola recesiva según las cifras de los primeros meses del 2009. Tampoco se ha dicho cuanto aportarían los trabajadores para ir acumulando recursos para que, cuando alcancen el ingrato calificativo de desempleados puedan solicitar por un periodo determinado (seis meses máximo en algunos países) los recursos para su sostenimiento de subsistencia. Para completar estas inquietudes, se quiere, según el ministro de hacienda y otros funcionarios de alto rango, relacionar el seguro de desempleo con las deudas por concepto de préstamos de vivienda. Esto generaría una discriminación en favor de quienes tienen deudas hipotecarias y, al mismo tiempo, se está pensando en beneficiar a los acreedores (la banca) para garantizar que las obligaciones no entran en mora lo que dista mucho de lo que se busca con un seguro de desempleo.
En un país en que el desempleo sigue en aumento (ya se acercó al 14%) una iniciativa que apoye a la creciente población desempleada está justificada. Pero es urgente que el gobierno muestre la figura y no se quede en lo que ya están criticando que es otra declaración para ambientar la segunda reelección.
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